Nuestros proyectos en tiempos del COVID-19
Nuestros proyectos en tiempos del COVID-19 se están viendo seriamente afectados por las restricciones de movilidad que han provocado el cierre de escuelas.
En Brasil, donde nuestro fundador creó la escuela Açao Social Técnica, los centros educativos permanecen cerrados y, de momento, sólo se pueden impartir clases on line. Y este es un serio problema porque los alumnos no tienen conexión a internet en sus casas. Y aunque muchos de ellos tienen un teléfono móvil, no pueden pagar los datos necesarios para seguir las clases.
El equipo directivo de la escuela nos cuenta que muchas familias están siendo desalojadas de sus viviendas por falta de pago. Ahora, la necesidad más imperiosa es salir adelante y conseguir alimentos. A pesar de las campañas de recaudación de fondos que realizamos, en los meses de abril y mayo, las familias siguen teniendo serios problemas subsistir. Las empresas locales, que en su día nos prestaron ayuda, hoy no pueden porque muchos se han visto obligados a cerrarlos.
Sin embargo, nuestra escuela sigue en su firme propósito de mantener cuantos cursos sean posibles. Y las clases presenciales se reanudarán en cuanto las autoridades brasileñas lo permitan.
Adaptación a la formación on line
Nuestros alumnos y alumnas de los cursos de atención socio-sanitaria a personas dependientes en instituciones sociales han realizado un curso acelerado de tecnologías para seguir aprendiendo.
Este curso, que financiamos desde hace años, en colaboración con la Fundación Mensajeros de la Paz, ha conseguido el permiso de la Comunidad de Madrid para impartir las clases on line. Los profesores han realizado un gran esfuerzo para enseñar a todos sus alumnos cómo conectarse a zoom para seguir la clase; o cómo enviar un email con sus tareas.
Aún así, se han organizado clases asistenciales para los contenidos que requieren de práctica.
Honduras se está viendo seriamente afectada por la pandemia
ACOES Honduras, el proyecto fundado por el padre Patricio Larrosa, también está atravesando serias dificultades, dado que el grupo de población con el que trabaja, a las afueras de Tegucigalpa, es muy vulnerable.
Las escuelas de educación infantil y primaria permanecen cerradas, y muchos estudiantes de bachillerato se han visto obligados a volver a sus localidades de origen. Sin embargo, y gracias a las residencias de estudiantes que mantiene ACOES, algunos de ellos continúan con sus estudios y colaboran con el proyecto. Recogen y reparten alimentos a las familias de la comunidad e informan sobre las medidas necesarias de bioseguridad para evitar contagiarse por el virus.
Nuestro trabajo continúa, y mucho más ahora que vivimos tiempos difíciles porque los colectivos más vulnerables de población nos necesitan. Terminamos hoy este post con el testimonio vital de Isaías, un joven hondureño que, gracias a ACOES, hoy se siente orgulloso de haber finalizado sus estudios universitarios.