Casa Azalea, el hogar para niños desfavorecidos de Shichuan
Casa Azalea forma parte de los proyectos en los que colaboramos con aportación económica desde Fundación Elosúa Rojo. La española Mónica Moyano es la responsable de esta iniciativa, creada en 2012, cuyo objetivo es ofrecer un hogar a niños, huérfanos o abandonados por sus problemas de salud, en la provincia china de Shichuan.
Mónica llegó a China en el año 2003, como profesora de español en la ciudad de Beijing. En 2006 tuvo conocimiento de los problemas de unos 8.000 niños que vivían en la Prefectura Autónoma de la Etnia Yi de Liangshan, a través de la ONG Centro de Desarrollo de la Infancia y la Mujer de la Etnia Yi de Liangshan. Entonces su labor se centró en apadrinar, junto a su familia y a sus amigos, a 12 niños, por cuya manutención pagaban 3.000 yuanes (379 euros) al año.
Mónica regresó a España, sin embargo, en 2011 con motivo de la muerte de su padre, decide regresar a China y trabajar todo lo que sea necesario para mejorar las condiciones de vida de estos niños. Comenzó a trabajar para la ONG, y cuando su jefe le preguntó cuanto tiempo se quedaría, su respuesta fue: «me quedaré hasta que no haya huérfanos. Hasta nunca, hasta siempre».
Tras meses de trabajo de oficina y de supervisión de las condiciones en las que estos niños vivían en las montañas de Shichuan, Mónica decidió pasar a la acción y propuso a la ONG crear un hogar dónde poder atender mejor a los niños más desfavorecidos: seropositivos, con algún tipo de enfermedad y/o en estado total de abandono por parte de sus padres. Y fue así como nació este hogar de acogida cuyo nombre «Casa Azalea», significa la planta que crece en terreno seco y aún así florece.
Empezar desde cero
Mónica comenzó con seis niños «a los que tuve que empezar desde cero, enseñándoles cómo comportarse en la mesa, su higiene básica, la relación con otras personas. Todos estos hábitos los trabajamos durante tiempo, hasta cerciorarnos de que podrían ir a la escuela, junto con los otros niños, en el año 2015. Los niños caminan veinte minutos hasta llegar a la escuela, por una senda montañosa».
Luo Ying, directora de la escuela, dice :«Los seis niños que Mónica cuida son diferentes. Son niños muy educados, que se esfuerzan mucho en el estudio, que hablan incluso el mandarín, son abiertos y alegres. Sentimos que Mónica no sólo ha sido una buena «madre», sino una buena maestra también. Por eso les decimos a los demás padres que Mónica es un buen ejemplo a seguir y hay que aprender de ella. Les insisto a los niños de Daliangshan que tenemos mucho que agradecerle a esta extranjera, a Mónica. Si hubiera más personas como ella, los niños de nuestro pueblo serían cada día mejor.»
Los niños reciben una alimentación muy sana y completa, y unido a los hábitos de higiene que han aprendido, han mejorado su situación física y psicológica. «Algunos de ellos tienen padres, y de vez en cuando vienen a verlos, porque yo no tengo su custodia, en cualquier momento pueden llevárselos».
La familia ha crecido y ahora son trece los niños que viven al cuidado de Mónica, ayudada por dos personas y por los voluntarios españoles que acuden a trabajar con ella en este proyecto. La última incorporación, una pequeña enferma de corazón y sorda, que afortunadamente ha conseguido curarse de ambas enfermedades.
Planes de futuro para Casa Azalea
En la cabeza de Mónica está la idea de traer a España a los más mayores para que puedan cursar sus estudios de Secundaria. «En China, cuando los niños entran en Secundaria se les hace una analítica y si se detecta que son seropositivos o tienen algún tipo de enfermedad contagiosa se les excluye del sistema educativo. Por eso quiero que los niños puedan seguir estudiando, y puedan retornar a su país para contribuir al desarrollo de su región y a la mejora de las condiciones de vida de los suyos. Por eso me planteo alquilar una casa, en algún pueblo cercano a Barcelona, y escolarizar a los niños. El Hospital San Juan de Dios nos está ayudando también en el seguimiento médico de los chicos, por eso me planteo estar cerca de Barcelona».
Todas las ayudas son pocas para esta española que ha conseguido ganarse el respeto en un país dónde los extranjeros no siempre son bien vistos.
Si quieres ayudarnos a continuar apoyando el trabajo de Mónica, visita nuestra página web www.fundacionelosuarojo.org