Celebramos San Ignacio de Loyola
Celebramos San Ignacio de Loyola, un día especial para nuestra Fundación en el que queremos hablar de inspiración y servicio, dos palabras que resumen la esencia del fundador de la Compañía de Jesús. Su espíritu altruista y su compromiso con el servicio a los demás continúan inspirándonos en nuestra labor cotidiana.
San Ignacio de Loyola nació en 1491 en Azpeitia (País Vasco). Su vida estuvo marcada por una profunda transformación espiritual después de sufrir una herida en la batalla que lo dejó postrado y convaleciente durante varios meses. Durante ese tiempo de recuperación, San Ignacio experimentó una profunda conexión con Dios y una dedicación renovada a la ayuda a los demás.
Después de estudiar en la Universidad de París y ganar adeptos a su causa, Ignacio fundó la Compañía de Jesús en 1540, con el objetivo de llevar a cabo una obra misionera en la Iglesia católica. La Compañía de Jesús se convirtió en una de las órdenes religiosas más influyentes y educativas en la historia de la Iglesia.
Una vida dedicada a los demás
A lo largo de su vida, San Ignacio promovió una visión de servicio desinteresado y compromiso con los más necesitados. Fundó la Compañía de Jesús, a través de la cual, se dedicó a la educación y formación de jóvenes, enfocándose en el desarrollo integral de la persona y la promoción de la justicia social. Su legado perdura a través de instituciones educativas y organizaciones benéficas, como la nuestra. Todas continuamos su obra, difundiendo el mensaje de la compasión y el apoyo a los menos favorecidos.
En esta jornada especial, en la Fundación Miguel Angel Elosua Rojo, queremos recordar a San Ignacio y redoblar nuestros esfuerzos para seguir su ejemplo. Cada uno de nosotros tiene el poder de marcar una diferencia significativa en la vida de quienes nos rodean. A través de pequeños actos de bondad y compasión, podemos contribuir a crear un mundo más justo y solidario. Esta fue la inspiración de nuestro fundador, el SJ Miguel Ángel Elosúa Rojo, quien dedicó su vida a los más desfavorecidos con un gran objetivo, educar para erradicar la pobreza.
Como fundación, juntos podemos hacer una diferencia significativa en la vida de muchas personas al unir nuestros esfuerzos y recursos. A través de la colaboración y la empatía, podemos transformar vidas y brindar oportunidades a quienes más lo necesitan.
En este día de San Ignacio de Loyola, renovemos nuestro compromiso con la excelencia y el servicio. Y seguimos trabajando juntos para crear un mundo más inclusivo y solidario, donde todos puedan tener la oportunidad de alcanzar su máximo potencial



