La guerra de Ucrania y su impacto humanitario
La guerra de Ucrania y su impacto humanitario visto a través de los ojos de uno de nuestros Patronos, el SJ Alberto Ares, director de Jesuit Refugee Service Europe. Publicamos hoy un extracto de un extenso artículo elaborado para la revista Sal Terrae, y que nos narra la cruda realidad de un conflicto armado que no tiene visos de finalizar.
La guerra en Ucrania ha causado una importante crisis humanitaria en Europa en las últimas décadas. El conflicto, que comenzó en 2014, ha dejado miles de personas muertas, heridas y desplazadas, causando un gran sufrimiento para la población civil. Desde el inicio de la guerra en Ucrania el 24 de febrero de 2022, se ha experimentado una de las mayores diásporas de refugiados en Europa y en todo el mundo. La crisis de refugiados es especialmente intensa en países vecinos como Polonia, Rumania, Eslovaquia, Hungría y Moldavia. La aprobación de la directiva de libre circulación de la UE ha sido un hito importante para facilitar la recepción e integración de los refugiados ucranianos en todo el continente.
La guerra ha provocado cientos de miles de pérdidas humanas en ambos lados y mucho sufrimiento tanto para los ucranianos como para los rusos. La infraestructura civil del país también se ha visto gravemente afectada, con la destrucción masiva de servicios esenciales como el suministro de energía y agua.
El inicio del conflicto
El conflicto comenzó debido a tensiones entre Rusia y Ucrania después del anuncio de independencia de Ucrania en 1991. La importancia estratégica de Ucrania para Rusia y el Occidente, junto con su fuerte capacidad productiva, lo ha convertido en un tema importante para ambas partes. Tanto Rusia como Ucrania tienen una herencia compartida que los une tanto como los separa.
Desde que comenzó el conflicto, la mayoría de los obligados a abandonar el país son mujeres que viajan con dependientes, incluidos bebés, niños o personas mayores, ya que los hombres entre 18 y 60 años no pueden abandonar el país debido a la ley marcial. La mayoría de los ucranianos desplazados tienen títulos universitarios y la mayoría de ellos eran autónomos en sectores como la educación, el comercio, los servicios profesionales y administrativos, y los servicios sociales. Los idiomas más comunes hablados por los ucranianos desplazados, además del ucraniano y el ruso, son el inglés y el polaco.
Mucho trabajo hecho y mucho por hacer
El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) ha estado a la vanguardia de la respuesta humanitaria desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, trabajando con aquellos que han sido obligados a huir de sus hogares. Desde el inicio del conflicto, los jesuitas han brindado asistencia y acompañamiento a 56.042 personas que huyen de la violencia. La Compañía de Jesús ha proporcionado 82.111 actividades de asistencia a corto y medio plazo en áreas como ayuda de emergencia, alojamiento, apoyo psicosocial, educación e integración. Una propuesta, presentada en 2022 después de un análisis y evaluación de las necesidades, abarca una amplia gama de servicios que se proporcionarán a un total de 73.168 personas.
El Papa Francisco implora la Paz
El Papa Francisco ha denunciado la guerra en Ucrania y también ha instado tanto a parar esta situación que tanto dolor y muerte está causando, como a disponerse para ejercer de mediador en el conflicto, y en los procesos de reconciliación. Una guerra que continúa dejando a su paso cientos de miles de muertos en los campos de batalla y millones de desplazados, ha producido graves consecuencias con una crisis alimentaria, energética y financiera, cuyos efectos negativos no son fáciles de calibrar y afectan de una forma especial a los más vulnerables. ¡No a la guerra, no al rearme! este es el mensaje de nuestro Papa, tal y como anunció tanto en el Ángelus el 1 de enero de 2023, como en la Audiencia General, el miércoles, 22 de febrero de 2023.