Hay vacuna contra el hambre
«Hay vacuna contra el hambre», esta es la frase con la que el padre Álvaro Ramos resume la ingente labor que ACOES Honduras lleva realizando desde hace treinta años. Un proyecto impulsado por el padre Patricio Larrosa que ahora adopta la forma jurídica de ONG. Desde hace años, nuestra Fundación colabora con esta iniciativa que escolariza, alimenta y aloja a más de 6.000 niños y niñas.
¿Por qué Honduras?
En Honduras el 80% de la población vive con menos de dos dólares al día y esta pobreza es claramente visible en los barrios que rodean a sus ciudades. El alma del proyecto, el padre Patricio Larrosa, que inició este proyecto hace treinta años, comparte una misma convicción con nuestro fundador: la educación integral de la persona es la base para poder salir de la extrema pobreza.
La Asociación Colaboración y Esfuerzo (ACOES) ha adoptado recientemente la forma de ONG, con el objetivo de acceder a proyectos e iniciativas de ayudas que exigen a los aspirantes este formato jurídico.
Desde que el padre Patricio Larrosa inició su trabajo, son miles los niños y niñas que han accedido a la educación, incluso a la universitaria, y que han crecido adoptando valores como la colaboración, el esfuerzo, la solidaridad y la empatía. En la actualidad, más de 4.500 niños y niñas asisten a las cuatro escuelas que ACOES ha creado: Santa Teresa, Santa Clara, Santa María y Virgen de Suyapa.
Proyectos sanitarios y asistenciales
Conscientes de que un niño malnutrido tiene menos posibilidades de aprender, ACOES se ocupa de la alimentación de los niños y niñas que se benefician de las escuelas que ACOES mantiene abiertas. Las madres también juegan un papel fundamental, porque contribuyen en la preparación de los alimentos a la vez que reciben recomendaciones nutricionales.
Casas Populorum Progressio
El proyecto se inicia en el año 2000 para dar respuesta a la falta de educación de la población joven más desfavorecida de comunidades rurales /indígenas en las zonas más deprimidas del país, mediante la creación y acondicionamiento de residencias para hombres y mujeres, que por falta de recursos económicos y el difícil acceso a los centros educativos, han perdido la oportunidad de formarse académicamente.
A estos jóvenes se les facilita alojamiento, manutención y educación. Si bien el objetivo principal es el acceso a la educación reglada, todos los jóvenes son motivados a colaborar en favor del desarrollo de sus propias comunidades u otras facilitándolos los instrumentos y recursos para que ellos mismos puedan llevarlo a cabo.
Este compromiso versus las comunidades rurales los ayuda a tomar conciencia que ellos mismos pueden hacer mucho para mejorar la situación de sus comunidades y en definitiva el desarrollo de Honduras, de aquí el nombre de Populorum Progressio, “El Progreso de los Pueblos”. Su permanencia se fundamenta en cuatro pilares: espiritualidad, colaboración, convivencia y estudio
La elección del Padre Álvaro Ramos
Álvaro Ramos viajó un verano a Honduras, conoció el proyecto y decidió abandonar su vida acomodada en Madrid para unirse a ACOES. Este hecho también vino acompañado de su decisión de hacerse sacerdote y dedicar su vida a este proyecto. Hoy, el padre Álvaro Ramos se ha convertido en una pieza fundamental en la gestión de ACOES Honduras. Nos hacemos eco de la entrevista radiofónica emitida por la Cadena COPE y en la que el Padre Álvaro nos aporta la auténtica vacuna contra el hambre: dar de comer a las personas sin ningún tipo de egoísmo e interés.
Desde nuestra Fundación nos reafirmamos en nuestro compromiso con ACOES Honduras porque es una clara muestra de que la educación es el arma más poderosa que podemos utilizar para alcanzar la igualdad entre las personas y erradicar la pobreza.