Hoy es el Día del Trabajo
Hoy es el Día del Trabajo y para nuestra fundación también es una fecha muy especial, porque hoy nuestro Fundador habría cumplido 89 años. Sin duda, Dios quiso que Miguel Ángel Elosúa Rojo naciese el primero de mayo porque fue un incansable trabajador y un firme defensor de la justicia y la dignidad de los trabajadores. Su legado, esta Fundación, es la clara muestra de que para el Padre Miguel Ángel, el trabajo fue, es y será la única forma de erradicar la pobreza y de garantizar el derecho fundamental de todas las personas a llevar una vida digna. Durante los más de 60 años que el Padre Miguel Ángel vivió en Brasil, se entregó en cuerpo y alma para ayudar a los más desfavorecidos allá donde la Compañía de Jesús decidió que ejerciese su labor pastoral.
Lindeia fue su hogar
Muchos han sido los lugares y las personas que tuvieron la oportunidad de trabajar, codo a codo, con nuestro fundador. Entre todos construyeron iglesias, escuelas y crearon redes de ayuda. Pero si hay un lugar donde se mantiene vivo el recuerdo del Padre Miguel Ángel es en Lindeia. Se trata de un barrio periférico de Belo Horizonte, la capital de la región de Minas Gerais. Allí aprendió el oficio de soldador, junto a compañeros que desconocían que Miguel Ángel estudiaba para ordenarse como sacerdote.
Allí fue donde, a falta de una iglesia, celebraba misa bajo un árbol. Allí fue donde se puso manos a la obra para construir la iglesia, la escuela y donde muchos niños tuvieron acceso a la educación y hoy recuerdan a aquel sacerdote que cumplió su promesa de llevarlos a la escuela. Así nos lo relató Janete Cunha, una niña de 8 años que tuvo la valentía de acercarse al Padre Miguel Ángel y pedirle que le ayudara a asistir a la escuela. Hoy es maestra y recuerda como aquel sacerdote de sonrisa infinita “se las arregló” para comprar una furgoneta y trasladar a los niños de la barriada a las escuelas más próximas.
Su legado permanece
Hoy, en Lindeia, son miles las personas que han pasado por las aulas de Açao Social Técnica, construida en 1979 con el objetivo de formar a jóvenes en las profesiones más demandadas de la región para facilitarles al acceso al mercado laboral. Quiso nuestro Fundador que esta escuela llevase el nombre del Tío Beijo, su fiel amigo que le acompañó y ayudó en su proyecto de vida.
Nos sentimos especialmente orgullosos de financiar proyectos específicos para favorecer la educación y la inserción laboral. Mantenemos vivo el espíritu de nuestro fundador, haciendo posible que todas las personas tengan derecho a la educación y a la posibilidad de cambiar sus vidas.
Hoy celebramos el Día del Trabajo, pero también celebramos la vida del Padre Miguel Ángel, porque es el más claro ejemplo de entrega a los demás y de cómo el trabajo es capaz de construir un mundo más justo.