Gracias a todos por vuestro cariño
Gracias a todos por vuestro cariño, a través de los mensajes de condolencia que nos estáis enviando en estos días posteriores al fallecimiento de nuestro fundador, el Padre Miguel Ángel Elosúa Rojo.
Y justo hoy que hubiera cumplido 88 años, queremos compartir con vosotros algunos de ellos de quienes le conocieron, y otros de los que, sin haberle conocido, han podido saber de su vida y de su dedicación a los demás a través de nuestra página web.
Estos días el barrio de Lindéia llora la pérdida de Miguel Ángel, una persona que hizo de esta comunidad su familia, y por la que trabajó y luchó para ayudarles a conseguir una vida mejor y más digna. Nos lo cuenta Lirio, gerente del proyecto Açao Social Técnica, y su fiel amigo hasta el final: «No he podido dormir esta noche pensando en todo lo que Miguel ha supuesto en nuestras vidas y en la mía en concreto. A pesar de recibir noticias diarias sobre su estado de salud, su muerte ha sido un fuerte golpe. Se ha marchado un amigo, un maestro, un ejemplo de dedicación plena a su fe y a las personas. En Lindéia, su hogar brasileño, nunca le olvidaremos porque está presente en todos nosotros, en la iglesia que construyó, en la escuela que este año cumple cuarenta y un años y que sigue formando a los chicos y chicas para que puedan acceder al mercado laboral».
Agradecemos también a todos los compañeros del grupo de trabajo de comunicación de la Asociación Española de Fundaciones, que han estado pendiente de la evolución del Padre Miguel Ángel y nos han acompañado en estos días de duelo. Entre los muchos mensajes, destacamos uno que resume a la perfección un sentimiento común entre todos nosotros: «lo mejor de quienes nos dejan se queda para nosotros y por siempre».
EL MUNDO TIENE SENTIDO PORQUE EXISTEN PERSONAS COMO MIGUEL ÁNGEL
Quien también tuvo la oportunidad de conocer a nuestro fundador es el Padre Álvaro Ramos, quien desde hace años, trabaja en ACOES Honduras junto con el Padre Patricio Larrosa, educando a niños y niñas y propiciando que puedan acceder a los estudios y salir de la pobreza. Gracias Álvaro por enviarnos estas palabras: «El Padre Miguel Ángel es un ejemplo para el mundo. Una tristeza verle partir, pero una alegría haber conocido a un hombre que dedicó su vida a los demás, que no se rindió, que aguantó y que aprendió a amar. Esa forma de ser es eterna. ¡Se mantiene viva, se mantendrá viva!. En la Biblia la muerte del justo es una alegría, y Miguel Ángel encaja a la perfección. Les comuniqué a todos nuestros chicos y chicas por whatsapp el fallecimiento del Padre Miguel y les envié el link de vuestra página web en el que se relata su biografía. Muchos de ellos pusieron en su foto de perfil la foto de Miguel Ángel con la frase «la fe sin obras está muerta».Y ayer, en una reunión, uno de los jóvenes habló de como había pensado en la vida del Padre Miguel Ángel y en cómo reforzó su ánimo para seguir su compromiso de vida. ¡Este es un ejemplo de que está vivo y seguirá vivo!. Dios bendiga a Miguel. El mundo tiene sentido porque hay personas como él».

La noticia del fallecimiento de nuestro fundador ha llegado también a otras personas vinculadas a su familia y que residen en otros países como es el caso de Sebastian Cohen, quien desde Alemania nos envió el siguiente mensaje: «Con pesar he leído del fallecimiento reciente del Padre Miguel Ángel Elosúa, primero a través el correo que me enviasteis y luego leyendo su vida en vuestra página web. El Padre Miguel formaba parte de vuestra gran familia y ya por ello, estoy seguro, de que se legitima la impresión espontánea de un espacio vacío en la vida de otros muchos. De la misma manera lo verán aquellos en cuyo camino él se cruzó de una u otra manera en Brasil Existen muchas razones para recordarle y formar un sentimiento de gratitud por su presencia en este mundo. Tras conocer los datos, y sobre todo el humanismo profundo y el intelecto agudo que el Padre Miguel Ángel demostró, a lo largo de su vida, me he quedado con la humilde consciencia de que es insignificante prácticamente todo lo que, a primera vista, me ocupa en estos días. Aquello que define a un líder se puede reconocer con facilidad en el testimonio que constituye su vida. La integridad, la generosidad, unos principios firmes y el valor para afrontar los desafíos nuevos siempre y con calma – eso incluso con un sentido de ironía del cual las citas textuales son indicativas, y que me ha hecho sonreir más de una vez-. La combinación de todo ello parece sobrehumana, seguramente por que ha estado basada en algo sobrehumano».
La Fundación, sin duda, es la mejor forma de continuar el esfuerzo que el padre Miguel Ángel no temía jamás. La misma institución me ha facilitado expres»ar espontáneamente el sentimiento de gratitud al que me refiero más arriba. Tengo un modesto presupuesto personal que dedico a organizaciones de esta índole, y tendré en cuenta la Fundación de ahora en adelante».
Miguel Ángel era una referencia para todos los que queríamos estar cerca de los pobres
SJ. Juan Antonio Guerrero Alvés
Y finalizamos este post con las palabras que el SJ Juan Antonio Guerrero Alvés, actual Prefecto de la Secretaría para la Economía de la Santa Sede escribió a nuestro Presidente, hermano del Padre Miguel Ángel: «Unas horas antes de tu correo había recibido el correo de amigos de Brasil que le querían y admiraban y me decían que Miguel Angel nos había dejado. Mis condolencias, mi oración y el recuerdo en la eucaristía. Estos días se hacen las despedidas un poco más dolorosas porque no hay despedidas, los duelos son más privados, no podemos encontrarnos, abrazarnos y consolarnos mutuamente».
«Recuerdo cuando estudiaba en Brasil que Miguel Angel era una referencia para todos los que queríamos estar cerca de los pobres. Tenía algo de héroe. Vivía en el Bico del Papagaio. Allá era un lugar donde los que defendían a los pobres se jugaban la vida. Los fazendeiros tenían pistoleros que amedrentaban y llegaban a matar a quienes se les oponían. Y Miguel Ángel estaba inequívocamente con los pobres tratando de que no los expoliaran aún más«.
«En mi último viaje a Brasil recuerdo que él quería hacer más pero, por su edad, la Compañía le protegía realizando trabajos más de retaguardia. Me enseñó con pasión su barrio y la zona de la parroquia donde trabajaba«.
«Me parece que la de Migue Ángel, ha sido una vida entregada con generosidad y sin reservas, una vida plena que deja huella tras de sí. Muy orientada a los más desfavorecidos, en diversos contextos. Unos más obreros, más agrícolas, más pastorales. Siempre tratando de hacer una diferencia, con formación y con evangelio. Un siervo fiel que ha finalizado su tarea«.