Día Internacional de la Madre Tierra
El Día Internacional de la Madre Tierra se celebra cada año el 22 de abril, con el objetivo de concienciar sobre la importancia de cuidar nuestro planeta y conservarlo. Este día fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas en 2009, reconociendo la necesidad de proteger el medio ambiente y fomentar un desarrollo sostenible.
El origen del Día Internacional de la Madre Tierra se remonta a la década de 1970. Ese año se inició un movimiento internacional , a raíz de la publicación del libro Silent Spring («Primavera Silenciosa») de la bióloga estadounidense Rachel Carson. La autora alertaba sobre los efectos negativos de los pesticidas y otros productos químicos en la salud humana y el medio ambiente. Más de 20 millones de estadounidenses salieron a la calle, el 22 de abri,l para manifestarse sobre la necesidad de preservar nuestro Planeta de su peor enemigo, los seres humanos.
Educación ambiental desde la infancia
En la Fundación Miguel Ángel Elosúa Rojo nos unimos a esta celebración. Creemos que es necesario promover la educación ambiental desde la infancia. Los niños son el futuro y es fundamental que aprendan a valorar la naturaleza y a comprender la importancia de protegerla.
En este sentido, es necesario que tanto la escuela como la familia trabajen juntos para educar en valores como la solidaridad, el respeto y la responsabilidad. Los niños deben aprender que cada uno de nosotros puede contribuir a la protección del planeta a través de pequeñas acciones cotidianas como apagar las luces cuando no las necesitamos, reducir el consumo de agua y energía, o separar los residuos para su reciclaje
La Tierra no es una herencia de nuestros padres sino un préstamo que nos hacen nuestros hijos
Proverbio hindú
Hacer las paces con la Madre Tierra
Según los expertos, la causa principal de esta destrucción es la actividad humana, especialmente el uso intensivo de combustibles fósiles, la deforestación y la agricultura intensiva. Estas actividades generan emisiones de gases de efecto invernadero, pérdida de hábitats naturales y disminución de la biodiversidad, lo que pone en peligro la supervivencia de muchas especies, incluyendo a la humana. El cambio climático ya es una realidad, con importantes sequías y desastres naturales. Más de 100 millones de personas al año abandonan sus hogares como consecuencia de estas causas.
La destrucción del medio ambiente no sólo tiene consecuencias negativas para la biodiversidad y la calidad de vida de los seres vivos. También tiene impactos económicos y sociales. La degradación ambiental puede afectar la disponibilidad de agua potable, el suministro de alimentos y la salud de las personas. La desigualdad y la pobreza son los efectos inmediatos de esta realidad.
Por tanto, es esencial tomar medidas para proteger el medio ambiente y fomentar un desarrollo sostenible que permita satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las de las generaciones futuras. Urge reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, preservar los ecosistemas naturales, fomentar prácticas agrícolas sostenibles y promover el uso de energías renovables y la economía circular.
La destrucción del medio ambiente es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la Humanidad.



